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Cantata 89: Cómo podré abandonarte, oh Efraín | Kantata 89: Was soll ich aus dir machen, Ephraim |
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig |
Al primer ciclo anual de cantatas de Leipzig pertenece esta breve cantata para solistas, cuya primera ejecución se llevó a cabo el 24 de octubre de 1723. Christoph Hellmut Mahling la considera "ejemplo perfecto de la seriedad con que Bach asume la tarea de proclamar la palabra de Dios por medio de la música". Destinada al vigesimosegundo domingo después de la Trinidad, está escrita para soprano, contralto, bajo, trompa, dos oboes, cuerdas y continuo; con excepción del coral conclusivo, no incluye ningún movimiento para coro. Su libreto se basa en la parábola de los dos deudores, según San Mateo.
La obra se inicia con un aria basada en el siguiente versículo del Libro de Oseas: "Cómo podré abandonarte, Efraín. ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré hacerte como Adma y ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión". Según una costumbre que Bach casi siempre respeta, el movimiento es confiado a la voz del bajo ya que ésta representa la palabra de Dios. El material básico es presentado en los ocho primeros compases, que corresponden a la introducción instrumental. Tres temas que retornan sin cesar y simultáneamente, y que expresan respectivamente la cólera divina, la interrogación dolorosa y la compasión, representan los encontrados sentimientos de Dios respecto a su pueblo. La parte central de la cantata, formada por dos arias precedidas de recitativos, la dedica Bach a la interpretación de un texto que exhorta al hombre a perdonar a sus deudores como Dios perdonó a Efraín. Si así lo hace puede contar con la gracia de Dios. Mientras en el aria para contralto (III) se promete un terrible castigo a "quienes no muestren compasión", el aria para contralto (V) establece un vivo contraste con su frescura y su sencilla estructura armónica. Es que esta aria da testimonio de la fe del cristiano, quien puede esperar sin temor el juicio de Dios. Pues, como lo afirma el coral conclusivo, a él le han sido concedidos los poderes necesarios para que, según las palabras finales del texto, pueda vencer al pecado, al infierno y a la muerte".
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