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Cantata 82: Tengo suficiente
Kantata 82: Ich habe genug
Cantata Religiosa Compuesta en

A sus composiciones vocales religiosas que hoy conocemos como cantatas, Bach les dio el nombre de "Stücke" (piezas), "Concertti" o "Motetti". Una de las pocas que recibió de su autor el nombre de cantata es la maravillosa "Ich habe genug" (Tengo suficiente), compuesta en 1727 para la Fiesta de la Purificación de María.

Esta fiesta, que celebran los cristianos el dos de febrero, marca el final de la época navideña y el paso al ciclo pascual. Ella recuerda la ceremonia hebraica que debió cumplir la Virgen María a los 40 días del nacimiento de su hijo y evoca también la presentación de Jesús en el Templo. En la iglesia oriental esta fiesta conmemora igualmente el encuentro del Señor con Simeón. El anónimo libretista de la cantata se inspira, precisamente, en el pasaje evangélico que relata cómo Simeón, testigo de Dios, toma al niño en sus brazos y alaba al Señor por haber colmado su esperanza y poder finalmente morir en paz. De acuerdo con la ley, María ofrenda su primogénito a Dios, y de ella y de Simeón desciende una luz sobre el niño. Esta conmemoración podemos considerarla, por lo tanto, como el último reflejo de la luz que se derrama sobre el mundo en la Navidad. Y Bach, al dedicar su cantata a Simeón, mezcla en la música esa luz navideña, ya crepuscular, con la lasitud de la vida y la nostalgia de la muerte.

La cantata 82 es para bajo solo y consta de tres arias (movimientos primero, tercero y quinto) y dos recitativos. Excepcionalmente la obra carece de coral conclusivo. La instrumentación es modesta: un oboe obligado, que desempeña papel importante en las dos arias extremas, más cuerdas, órgano y continuo. El aria inicial, "Ich habe genug", expone en su introducción instrumental los temas del movimiento, el primero de los cuales, confiado al oboe, es idéntico al del aria para contralto "Ten piedad" de la Pasión según San Mateo. La maestría con que Bach presenta y transforma sus temas, mantiene infaliblemente concentrada la atención del oyente a lo largo del movimiento. Después de un recitativo que se inicia también con las palabras "Ich habe genug", viene la inefable aria central, "Cerraos ahora, fatigados párpados", especie de canción de cuna "con su oscilante melodía inicial, sus bajos susurrantes, las amables frases con que se describe el cerrar de los párpados, su mágico ambiente de somnolienta satisfacción", para decirlo con palabras de Whittaker. El aria final es por el contrario un trozo jovial que expresa el feliz encuentro de Simeón con la muerte deseada.



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