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Cantata 187: Esperamos todos en tí | Kantata 187: Es wartet alles auf dich |
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig |
Esta obra la compuso Bach para el séptimo domingo después de la Trinidad de 1726. Su libreto es probablemente del mismo anónimo libretista de la cantata 39, ya que el plan es idéntico. Se divide en dos partes que contienen los mismos movimientos: en la primera, coro, recitativo para bajo y aria para contralto; y en la segunda, aria para bajo, aria para contralto, recitativo para la mismo voz y coral. Y cada una de ellas se inicia, respectivamente, con una cita el Antiguo y del Nuevo Testamento. Pero si en el aspecto formal esta cantata se parece a la 39, difiere de ésta en un sentido: su expresión es más cálida y personal. La base del texto es el relato evangélico de la multiplicación de los panes que, en esta ocasión, se expresa en un tono sereno, con la imagen de un padre benévolo y una naturaleza próxima y generosa.
El coro inicial musicaliza los versículos 27 y 28 del Salmo 104: "Esperan todos en tí, para que les des su comida en su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien". El aria que da comienzo a la segunda parte traduce las siguientes palabras de San Mateo: "No os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscaban todas esas cosas, pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de todas ellas". Si este cuarto movimiento es el centro físico y conceptual de la obra, el coro inicial es el más importante desde el punto de vista musical. Se trata, dice Nele Anders, de un trozo muy característico del estilo más maduro de Bach en el dominio de las cantatas. Concebido sinfónicamente, su introducción instrumental, que regresa como ritornelo entre las partes vocales y se repite al final, contiene ya el material de las arias y recitativos. En este coro magnífico Bach combina con destreza elementos canónicos y concertantes, pues son los que mejor convienen a la antigua salmodia que ha elegido aquí como fuente de inspiración. También los movimientos segundo a sexto interpretan en sentido luterano las palabras "Toma la salmodia y así tendrás un espejo puro y limpio que te mostrará lo que es la Cristiandad". La primera aria, melodiosa y directa, es una sencilla canción popular. El aria para contralto, elaborada y compleja, un profundo canto de agradecimiento. El coral conclusivo recapitula los movimientos anteriores en un himno de alabanza.
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