[ Primera Página ]         [ Introducción ]         [ Sobre el Autor ]         [ Mapa del Sitio ]    
Cantata 173: Carne y sangre enaltecidos
Kantata 173: Erhöhtes Fleisch und Blut
Cantata Religiosa Compuesta en Cothen

Para el cumpleaños del príncipe Leopoldo de Anhalt-Cöthen, al servicio del cual estuvo desde 1718 hasta su partida para Leipzig en 1723, compuso Bach la serenata "Su alteza serenísima Leopoldo". El texto, al decir de Schweitzer, es uno de los peores que Bach jamás utilizara. Pero la música, en su mayor parte, muestra el aspecto más afable del arte de su autor.

A poco de su llegada a Leipzig, el compositor convirtió la serenata en la cantata religiosa 173, destinada al segundo día de Pentecostés. Con excepción de dos de los ocho movimientos de la serenata, que se omitieron en la versión religiosa, el desconocido libretista siguió muy de cerca el modelo original profano. Y lo hizo de manera en extremo sumaria: simplemente Dios toma el lugar del príncipe Leopoldo. El texto de la cantata alude sin embargo a dos pasajes bíblicos: el que relata el descenso del Espíritu Santo sobre Cornelio , y el del Evangelio según San Juan que se inicia con el versículo "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que para su salvación le ha dado a su hijo unigénito"; versículo que inspira el texto del aria para soprano y bajo (cuarto movimiento).

Anota Schumacher que Bach limitó su labor a pocas cosas: cambió las partes vocales en los recitativos, modificó ligeramente ls disposición de la orquesta y agregó secciones instrumentales al coro final, que es una versión abreviada del último movimiento de la serenata. El modelo profano se transparenta en toda la obra, en la que en vano buscaríamos un contrapunto complejo o sutiles símbolos sonoros. Se inicia con un breve recitativo para tenor que conduce a un aria para la misma voz; y continúa con un aria (vivace) para contralto, el aria mencionado, un recitativo para soprano y tenor y el coro conclusivo. La parte instrumental sólo incluye dos flautas, cuerdas y continuo.

El aria para soprano y bajo, que sólo hacia el final se convierte en dúo, es acaso lo más atractivo de la cantata. El carácter de minueto que tiene la parte correspondiente de la versión original no desaparece en este trozo, cuyo estilo recuerda el de algunos duetos de amor de la ópera italiana. Se destaca también el recitativo para soprano y tenor, si bien su carácter cortesano parece contradecir el sentido religioso de la obra. El coro final es, como antes dijimos, una versión del dueto final de la serenata, esta vez con cuerdas y flautas al unísono. Se trata de otro afable minueto, así no lleve ese nombre.



Copyright Julio Sánchez Reyes - Todos los derechos reservados - All Rights Reserved