Compuesta para la fiesta de San Juan Bautista, sobre un libreto de autor desconocido, esta cantata fue estrenada en Leipzig posiblemente el 24 de junio de 1723. El Evangelio de ese día (San Lucas, 1/57 a 80) -la circuncisión de Juan y la profecía de su padre Zacarías- se refleja en el libreto. La partitura, dividida en cinco movimientos, incluye soprano, contralto, tenor, bajo, trompeta, oboe, oboe da caccia, cuerdas y continuo.

El aria inicial presenta un ritmo ondulante de las cuerdas que, al decir de Maurray Young, parece sugerir la alegría del tenor ante la proximidad del nacimiento de Cristo. Es fácil imaginarse al tenor en el papel de Juan, anunciándole al pueblo la llegada del Señor y animándolo a elevar a Dios un canto de alabanza. El recitativo para contralto (II) es precisamente la alabanza de Zacarías, que el libretista cita parcialmente en la segunda parte del movimiento sobre las palabras "la gracia y el amor". Este recitativo se transforma entonces en un sereno arioso. El tercer movimiento es un dúo para contralto y soprano, acompañado por el oboe da caccia y el continuo, que tiene la densidad propia de la música de cámara. Bach ilustra el texto con dos temas que confía a los instrumentos del continuo, el primero de los cuales expresa la fe en la promesa divina y el segundo traduce palabras de alabanza. Después de un recitativo para bajo la obra finaliza con un vigoroso coral que difiere, no sólo por su extensión, de los corales habituales: contiene una parte independiente, más un preludio, un postludio e interludios entre las partes vocales.