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Cantata 146: Es preciso que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios
Kantata 146: Wir müssen durch viel Trübsal in das Reich Gottes eingehen
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig

Las palabras del título, que el anónimo libretista eligió para el primer coro de la obra, pertenecen a los Hechos de los Apóstoles (14/22) y se relacionan con el versículo del Evangelio de San Juan, que dice: "de cierto os digo que vosotros lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque estéis tristes vuestra tristeza se convertirá en gozo" (16/20). En este versículo se inspira el libreto: los movimientos II, III, IV y parte del V tratan de la pesada carga de la aflicción. Los otros cuatro (I, VI, VII y VIII) expresan en cambio la alegría prometida. La cantata se destinó al tercer domingo después de Pascua y se oyó por primera vez, según parece, el 12 de mayo de 1726.

Los dos primeros movimientos son transcripciones del Concierto en re menor (BWV1052), el más conocido de los siete conciertos para clave que Bach compuso en Leipzig. El primer movimiento del concierto se convierte en la sinfonía de apertura de la cantata; sinfonía en la cual el Cantor reemplaza el clave por el órgano y refuerza la orquesta con instrumentos de viento. Se trata de un Allegro animado por la más poderosa fantasía rítmica. Para constituir el segundo movimiento, Bach compone una parte coral nueva y la superpone al Adagio central del concierto. De expresión casi romántica en el concierto, esta música adquiere en la cantata mayor profundidad y emoción. El aria para contralto, órgano y continuo (III) expresa con entusiasmo místico el rechazo a la "perversa Sodoma". La línea ascendente de las voces superiores interpreta las palabras "subiré al cielo" con que comienza la estrofa. El primero de los dos recitativos (IV) es para soprano y cuerdas, y sirve de introducción al aria para la misma voz, con flauta, dos oboes d'amore y continuo. Aunque pudiera parecer compleja a una primera audición, esta aria logra un efecto entrañable con perfecta economía de recursos. En los primeros compases la orquesta expone varias ideas sometidas posteriormente a un extenso desarrollo. Después de un breve recitativo pata tenor (VI) viene el dúo para tenor y bajo con dos oboes y cuerdas "Cuán grande será mi alegría y mi alivio cuando cesen las pasajeras aflicciones". Con su animado ritmo de danza, este movimiento adquiere una expresión casi profana. En esta cantata falta el texto del coral conclusivo. Para remplazarlo algunos han propuesto el himno de Gregorius Richter "Cesen tus lágrima".



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