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Cantata 136: Examíname, Oh Dios, y conoce mi corazón | Kantata 136: Erforsche mich, Gott, und erfahre mein Herz |
Cantata Religiosa Compuesta en Leipzig |
Esta obra se estrenó al parecer el 18 de julio de 1723, octavo domingo después de la Trinidad. Se ignora el nombre del libretista, quien se ajusta el Evangelio para ese domingo (Mateo 7/15 a 23).
El coro inicial es una fuga sometida más a sus propias leyes abstractas que la interpretación musical del texto ("Examíname oh Dios y conoce mi propio corazón, pruébame y conoce mis pensamientos"), que alude al salmo de David sobre la omnipresencia y omnisciencia de Dios. Los instrumentos (trompa, oboe, oboe d'amore cuerdas y continuo) mezclan sus voces con las del coro en el espléndido y animado contrapunto. Dice Murray Young que Bach pudo haber utilizado en este coro alguna composición anterior, ya que las palabras cantadas no siempre concuerdan con la melodía. El recitativo para tenor (II) establece una relación entre la desobediencia del hombre en el paraíso y su consiguiente castigo, y las palabras de Cristo evocadas por San Mateo en su Evangelio: "Cuidaos de los falsos profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces". La idea del castigo se expresa de nuevo en el aria para contralto, oboe d'amore y continuo (III), cuyo texto nos remite al Día del Juicio cuando el terror hará temblar a los hipócritas. Esta idea, que determina el carácter de la música, es realzada por una segunda sección en tiempo vivo sobre las palabras "Porque el ardor de su cólera...". El recitativo para bajo y continuo (IV) nos lleva al mundo del Nuevo Testamento y a la redención del hombre mediante el sacrificio del Hijo de Dios. En el dúo para tenor y bajo que le sigue, los violines, los solistas y el continuo traducen de manera dramática las palabras "Es cierto que heredamos el estigma de Adán"; pero finalmente se impone la idea de la virtud purificadora de la sangre de Cristo. Esta idea la reafirma la asamblea de los fieles en el coral conclusivo, "Tu sangre, elixir generoso".
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